Rajoy se niega a volver de vacaciones
El presidente, deprimido, comenta desde la cama: «con lo que me espera, yo me quedo en Galicia».
Llega septiembre y nuestros pequeños monstruitos se encierran para gritar, corretear, reír y pelear. Llega la hora de la vuelta al Congreso de los Diputados. Pero, como en todo inicio de curso, algunos son más reticentes a empezar que otros. Y, en caso del jefe de todos los monstruitos, una depresión ha ensombrecido el, ya de por sí poco alegre y dicharachero, rostro del presidente del Gobierno. Rajoy se niega a volver.
Todo empezó cuando, hace un par de días, su mujer acudió a la habitación del presidente. “Es raro, ya que suele levantarse para ensayar su dialéctica. A veces, si no lo prepara, se puede liar al dar los buenos días. Pero, en cambio, me lo encontré metido bajo las mantas, murmurando que no piensa salir”.
Según fuentes cercanas a la Moncloa, en concreto un jardinero que vive a un kilómetro de allí, Rajoy sufre un agudo caso de depresión post-vacacional. Según este jardinero aficionado a los libros de autoayuda “El Presidente se ha visto incapaz de volver a la realidad. Su autoestima, herida por las mofas de sus compañeros hacia su físico durante el verano, la presión del retorno al Congreso y un terror irracional hacia un abusón, que él insiste en llamar Señor B, han provocado este ataque de pánico. Un caso de bullying de manual.”
Por parte del Gobierno, los ministros aseguran que no existe problema alguno en que el Presidente se quede debajo de la cama unos meses. “Siempre podemos hacer las conferencias de prensa con una webcam situada en la cama de Rajoy, siguiendo la tradición del plasma”, comentan desde del gabinete de prensa del presidente. "El batín le favorece, créanme".
Mientras tanto, en Europa reina la tranquilidad ante la ausencia de Rajoy. Merkel asegura a los españoles que “no hay nada de qué preocuparse”; que, total, para lo que hacía Rajoy, ya lo hace ella directamente y se ahorra una pasta en conferencias internacionales. En el ámbito nacional, la población española comprende al presidente y espera su próxima recuperación, aunque tampoco hace falta que vuelva de forma inmediata, que se tome su tiempo.
Aun contando con la comprensión del país, existe cierto mosqueo entre las bases del partido. Los casos de corrupción en el PP, tácticas mafiosas, sicarios de NNGG borderlines y ahora estos ataques de pánico. “Es que, ya nos vale.” - nos confiesa un afiliado - “si hubiésemos querido un jefe mafioso y depresivo, habríamos votado por Tony Soprano, leches”.
