J.García (Gowex):El chip cerebral con
wifi,el heredero natural del “smartphone”
En un mundo cada vez más tecnológico, el nanochip cerebral con wifi goza de todas las papeletas para convertirse en heredero de los móviles inteligentes aunque ahora sea impensable, ha dicho a Efefuturo Jenaro García, fundador de Gowex, líder en creación de ciudades conectadas sin cables a internet.
La española Gowex, empresa proveedora de servicios de telecomunicaciones, creada por Jenaro García a finales de los noventa, se encuentra en plena expansión, con el establecimiento y gestión de redes wifi en más de ochenta ciudades del mundo, entre otras, Madrid, Barcelona Nueva York y San Francisco.
La última, Edimburgo, tras su reciente anuncio de que dotará de wifi gratis a esa ciudad y sus extrarradios, es decir, a medio millón de vecinos y siete millones de turistas que visitan anualmente esta localidad, convertida en “inteligente”, tendrán wifi libre de costes para acceder a internet.
El consejero delegado y fundador de Gowex, un exitoso emprendedor que se inició en el arte del comercio y el regateo en el Rastro de Madrid, con la venta de pequeños artículos, en plena adolescencia, y de lo que se siente orgulloso, como recuerda en la entrevista, ha destacado la proliferación de objetos que se conectan ya a la red.
No solo teléfonos, tabletas u ordenadores, sino también muchas otras cosas fácilmente transportables, ha añadido.
Pese a ello, piensa que el futuro está sin duda en los propios ciudadanos que serán “inteligentes” por ellos mismos, gracias a dispositivos como microchips en el cerebro, que les evitarían tener que cargar con artefactos en las manos.
Aunque “da miedo pensar en ello”, está “convencido” de que será así, y las empresas están entrando ya en ese nuevo mercado, con el diseño de nanotecnología especial para ello.
Aproximadamente el diez por ciento del tiempo “que pasamos despiertos lo pasamos mirando una pantalla” de algún dispositivo, según informes recientes, ha recordado García.
La ventaja del microchip cerebral es que evitará mirar continuamente a algo y liberará al usuario de cargar con dispositivos en las manos, que se pueden perder u olvidar en cualquier lugar.
La gente “se escandaliza” y se asusta cuando se habla de estas cosas que supondrían “el culmen” del “ciudadano inteligente”.
Ha descartado que vaya a ser una memoria USB o similar lo que se incruste en un futuro en la cabeza, aunque será un sofisticado dispositivo de dimensiones mínimas con conexión wifi; el usuario decidiría libremente cuándo usarlo, y sus ventajas serían infinitas, ha añadido.
Por ejemplo, permitiría cosas ahora impensables como entender a otra persona con distinto idioma, al permitir acceder a internet para una traducción automática mientras se conversa.
En general, ha dicho, facilitaría el acceso a todo tipo de documentación en la red y en tiempo real: datos biográficos de una persona a la que se acaba de conocer, documentación sobre un producto que se quiera comprar, etc.
También, funcionalidades ya posibles con el uso de ciertos accesorios inteligentes; por ejemplo, control y seguimiento de parámetros biológicos, estado de los órganos vitales, y otros muchos fuera de la salud, como llamar directamente a un taxi o conocer el estado de tráfico de las calles de la ciudad.
Por otra parte, Jenaro García se muestra escéptico con el posible éxito que puedan llegar a tener productos en pleno desarrollo tecnológico como los llamados relojes “inteligentes” que añaden funcionalidades a los convencionales y conexión a internet.
Ha explicado que, a los jóvenes no les gusta ya cargar con nada en la muñeca y prefieren consultar la hora directamente en el móvil.
En el caso de las gafas interactivas de Google, ha dicho que la cosa parece distinta porque, además de incluir modelos más o menos lujosos para poder presumir con ellas, son cómodas de llevar.
García ha destacado los beneficios de la gestión de servicios públicos gracias a las tecnologías y la conexión a internet de dispositivos y sensores.
Así, por ejemplo, ya existen vías públicas que avisan de los espacios libres para aparcar, contenedores de basura con sensores con wifi para avisar si están llenos o ciertos residuos están en peligro de putrefacción, e incluso sistemas que interpretan las imágenes de pantallas de videovigilancia y avisan de comportamientos anómalos o susceptibles de vincularse con terrorismo en lugares como estaciones ferroviarias o aeropuertos.EFE