El cáncer ya no tiene dónde esconderse
Un nuevo fármaco destruye, por primera vez, la guarida en la que se refugiaban las células tumorales para no ser atacadas por el sistema inmune
Ciencia y cáncer dejarán al fin de jugar al escondite. Una nueva familia de fármacos ha logrado, por primera vez, sacar al cáncer de la guarida en la que se refugiaba y exponerlo definitivamente a la acción del sistema inmunitario, de manera que sean las propias defensas del paciente las que acaben con él. Tras uno de los estudios que suscriben tal esperanzador avance, presentado en el marco de laReunión Anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO), celebrado en Chicago, hay un equipo de científicos de la Universidad de California-Los Ángeles (UCLA) liderado por el investigador español Antoni Ribas, profesor de Medicina en la división de Hematología-Oncología de la citada universidad.
El fármaco que ha logrado noquear al cáncer, en concreto al melanoma mestastásico —cáncer más grave de piel—, es el lambrolizumab (desarrollado por Merck), que se encuentra aún en una fase temprana de investigación pero que en menos de dos años, podría estar aprobado en EE.UU., según explicó ayer a ABC el doctor Ribas. Las conclusiones de las primeras pruebas con este medicamento, publicadas en el «New England Journal of Medicine», demuestran que con él se ha conseguido «la mayor tasa de respuestas duradera al melanoma de cualquier droga que se haya probado hasta la fecha», subrayó Ribas, que se formó en el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona. Otro dato importante, reseñado por el oncólogo, es que «además, los efectos secundarios son leves, en comparación con otros fármacos anteriores». El lambrolizumab, perteneciente a esta nueva familia de medicamentos conocidos como inhibidores del PD-1 (proteína denominada acertadamente Muerte Programada por sus siglas en inglés), bloquea las proteínas que el cáncer utiliza para esconderse (tanto la PD-1 como el PD- L1, su receptor en la célula tumoral) y lo arroja, desprotegido, al ataque del sistema inmutario, que actúa implacablemente contra él.
«Efecto duradero»
«Habrá un antes y un después de estos fármacos», explica el oncólogo, quien destaca también que el otro gran logro de la investigación es que«el efecto del tratamiento perdura en el 90% de los pacientesque han demostrado una buena respuesta», más de la mitad de los tratados.
La investigación se basa en una muestra de 135 pacientes con melanoma metastásico a los que se administró el citado inhibidor, que fueron divididos en tres grupos con diferentes dosis de tratamiento. El 52% de los pacientes a los que se proporcionó la dosis más alta mejoró. La tasa de cualquier respuesta del tumor en todos los pacientes fue del 77%. Los resultados abren la puerta a aplicar este tratamiento en un futuro a cánceres como el de colon o de pulmón. El oncólogo español José Baselga, desde hace meses director médico del Memorial Sloan-Kettering de Nueva York, destacó la inmunoterapia como «un cambio profundo» en la estrategia contra los tumores y subrayó la importancia del nuevo fármaco.
«Era el sueño de todos, ver algún día que el sistema inmunológico reconociese el tumor como algo extraño y lo atacase», dijo Baselga, quien advirtió de los efectos irreversibles de la crisis en la ciencia española. «Nunca había visto encima de la mesa tantos currículum vitae de españoles, es como una fuga de cerebros», dijo. «Se está destruyendo a una generación», lamentó.
En el Congreso se presentaron también los resultados de otros estudios sobre inhibidores. Uno similar al de la UCLA, del Memorial Sloan, concluye que el tratamiento combinado de nivolumab —un inhibidor de PD-1—y de ipilimumab —otra molécula que frena al sistema inmunitario— logra una respuesta positiva en un 47% de los pacientes con melanoma avanzado.
Estudio del cáncer de mama
Por último, investigadores de Reino Unido han probado los efectos beneficiosos en mujeres afectadas por cáncer de mama del tamoxifeno, medicamento que se usa como terapia complementaria a esta enfermedad. El estudio, en fase III, demuestra que las mujeres que hayan tomado este fármaco durante diez años tras el tratamiento para el cáncer primario, tienen el 25% de posibilidades menos de tasa de recurrencia y muerte.
Antoni Ribas: «Le hemos quitado el freno al sistema inmunitario»
ESTHER ARMORABARCELONA
Desde que aterrizó en la Universidad de California-Los Ángeles (UCLA) procedente del Hospital de Vall d’Hebron de Barcelona (en 1996), Antoni Ribas ha centrado su potencial investigador en encontrar una arma terapéutica efectiva contra el melanoma, el más grave de los cánceres de piel. Ahora, un estudio liderado por él ha dado un golpe certero a la enfermedad con un giro total en la estrategia
—¿Qué supone desde el punto de vista clínico su investigación?
—Es un paso importante porque supone que después de años de lucha hemos conseguido quitarle el freno al sistema inmunitario para que pueda desplegar todo su potencial destructor contra el cáncer. Este tipo de fármacos que dan al sistema inmunitario la capacidad de destruir células abren un futuro muy esperanzador para combatir la enfermedad y otros cánceres como el de colon o pulmón. Hasta ahora el enfoque era diferente.
—¿Cuándo podrán beneficiarse los pacientes de este tratamiento?
—Esta es siempre una pregunta de difícil respuesta porque los procedimientos de autorización de un fármaco son largos muchas veces, sobre todo en Europa. Sin embargo, la FDA ya dio en abril al lambrolizumab la designación de «terapia innovadora», es como si le hubiera puesto un sello de urgente, lo que supone que en un año y medio podría aprobarse y estar al alcance de los pacientes en Estados Unidos. En Europa, que no hay un procedimiento abreviado de aprobación, podría tardar un año más.
—¿Será un fármaco caro?
—Siempre resulta más barato que tratar incorrectamente a los pacientes, teniendo en cuenta que muchos de ellos son jóvenes .
«La moral baja» en España
—¿Cómo se percibe desde EE. UU. el impacto que está teniendo la crisis en la in vestigación española?
—Conozco la realidad porque colegas españoles me hacen partícipe de su preocupación. Los investigadores básicos tienen la moral muy baja y los clínicos también están muy afectados porque la complicada situación económica afecta a la atención. No obstante,España tiene gente muy buena y superará esta crisis.