UNA DIPUTADA SOCIALISTA SE DESMARCA DE LAS PALABRAS DEL EXMINISTRO Cayo Lara no ve extraño que Bono prefiera que el PSOE hable con el PP que con IU: "Se entendía mejor con el Pocero"
El coordinador federal de Izquierda Unida, Cayo Lara, no considera "extraño" que el exministro José Bono prefiera que el PSOE se entienda con el PP en lugar de hacerlo con la coalición de izquierdas que lidera porque, según ha recordado, en Castilla-La Mancha "se entendía mejor con 'El Pocero'" que con él. El expresidente del Congreso ha afirmado este lunes que para asumir "un momento de dificultad" como lo que sucede en relación con Cataluña y "la vertebración del país", personalmente prefiere entenderse con "el PP" que con el coordinador federal de Izquierda Unida, Cayo Lara. "No es extraño que Bono prefiera entenderse con el PP antes que con IU. Por eso se entendía mejor con el Pocero (el constructor Francisco Hernando) que con Cayo Lara", ha replicado en la red social Twitter el propio líder de IU, aludiendo a la confrontación que su formación tuvo en Seseña (Toledo) con el citado promotor urbanístico, que en cambio mantenía buenas relaciones con la Junta castellanomanchega de José Bono. Las palabras de Bono también han sido contestadas en la misma red social por una diputada socialista, la canaria Patricia Hernández, que ha querido dejar claro que el exministro sólo se representa "a si mismo" y que la mayoría del PSOE no comparte esa reflexión. "Nadie defendió eso en la Conferencia Política", ha apuntado en otro mensaje recogido por Europa Press. FUENTE
Bono ve a Catalunya "a las puertas de la independencia" y culpa en parte al PSC
El exministro de Defensa reprocha a los socialistas catalanes su coalición con ERC en el pasado, que ve como origen del aumento del sentimiento independentista
Madrid. (EUROPA PRESS).- El exministro de Defensa, José Bono, considera que Catalunya está "a las puertas de la independencia" y, tras dejar claro que eso le provoca una "enorme tristeza", ha remarcado que el PSC tiene "gran parte de culpa" en la deriva independentista por los años en que gobernó junto a ERC. "Lo del PSC desde mi punto de vista no tiene nombre", ha dicho en declaraciones a Cuatro. Para el exministro, cuando en Catalunya gobernaba CiU "no se dedicaba a la independencia" y la "culpa" de los socialistas catalanes está en haberse coaligado con "los independentistas republicanos" para gobernar en 2003 y 2007, a pesar de que CiU fue el partido más votado. En ese contexto, Bono cree que no hay que extrañarse de que "ese sentimiento de independencia haya crecido", hasta el punto de que la cadena humana independentista convocada el pasado 11 de septiembre fue un "gran éxito" para sus organizadores. Y es que a su juicio el "invento generalizado del independentismo" es un fenómeno de los últimos años, porque cuando él era ministro de Defensa (entre 2004 y 2006) el Estatuto catalán entonces en proceso de redacción era la prioridad "número 24" para los catalanes y sólo un 0,4% estaba interesado en la "fiesta identitaria" del entonces 'president' socialista Pasqual Maragall. En opinión de Bono, en los últimos años se ha presentado a España "como la madrastra" y ha calado la idea de que "los males de Catalunya proceden de que España les roba", de manera que hay gente "de muy buena voluntad" que cree que el paro y los problemas sociales se resolverían desde la independencia. "Incluso desde la izquierda, cosa llamativa", ha apostillado. Es más, cree que desde la izquierda "no se puede defender ningún planteamiento independentista" ni tampoco "nacionalista", porque es "insolidario", y echa en falta que se defienda ese argumento: que "lo más solidario, lo más moderno, es la unidad" y lo más "trabucaire, antiguo y contrario a la solidaridad" es "exacerbar los planteamientos identitarios". Con ese fin, pide a los partidos políticos que digan "claramente lo que piensan" y no estén sólo en ganar las elecciones y que defiendan que la unidad de España "no es algo franquista ni facha, sino que es importante para garantizar la igualdad de los españoles". Pero pese al "éxito" de la cadena independentista y ante la reclamación de la Generalitat de celebrar una consulta, Bono avisa de que hay que respetar la Constitución: "En un Estado de Derecho lo único digno de ser respetado es el imperio de la ley, no los sentimientos de unos y otros o cuantos hay aquí o allá". El exministro es favorable a una reforma de la Constitución, pero porque cree que el Estado autonómico está sufriendo las consecuencias del "disparate" que fue el "café para todos" y hacerlo con "grabndeza patriótica. "Hay que modificar la Constitución y de los 17 problemas que tenemos, a ver si tenemos 2 y somos capaces de resolverlos", ha estimado. Bono cree que se están cumpliendo sus pronósticos de hace unos años, cuando él avisaba de que Catalunya estaba caminando hacia la independencia y le tildaban de "nacionalista español enloquecido", y ha hecho una nueva predicción: "Hoy es Catalunya, mañana será el País Vasco. Hoy me dicen que exagero, dentro de unos años veremos". FUENTE
Un cine vuelve a llenar sus salas con una exitosa fórmula: el bono anual a 30 €
«Nos dimos cuenta de que había un clamor para que bajara el precio del cine», dice uno de los socios del negocio de Barcelona que ha revolucionado el mercado cinematográfico al vender con tremendo éxito un bono con el que ha conseguido financiar su digitalización
Compradores del bono acuden a retirar su carné esta semana
Autor: FOTOS: INÉS BAUCELLS
En una época en la que no paran de anunciarse cierres de salas, unos cines han encontrado la fórmula para ver la luz al final del túnel. Tanto que casi los ha dejado deslumbrados. Los Girona, ubicados en la calle del mismo nombre de la Ciudad Condal, tenían que renovarse o morir, literalmente: debían digitalizar sus tres salas de exhibición este verano para poder seguir exhibiendo películas, que ya casi no se distribuyen en celuloide. En lugar de pedir un crédito para pagar los 59.000 euros que cuesta cada nuevo proyector, surgió la idea de que fueran sus espectadores quienes lo financiaran. El pasado miércoles lanzaron su rompedora propuesta: un carné que costaba 30 € para ver todos sus estrenos. Y esperaron a ver qué pasaba.
«Nos dimos cuenta de que había un clamor para que bajara el precio del cine», explica Toni Espinosa, socio y coordinador de las salas. «Y nos planteamos echarnos una mano los unos a los otros: nosotros ofrecíamos cine a bajo precio y la gente ponía el dinero para la digitalización», explica. El objetivo era conseguir en cinco días (hasta este domingo) la mitad del capital necesario. Sacaron a la venta 1.000 abonos a través de una plataforma digital de ofertas... que se agotaron en pocas horas. Volvieron a poner más a la venta. Y se acabaron de nuevo. En solo cinco días habían conseguido el apoyo (y el capital) de 3.531 nuevos socios. Lo suficiente para digitalizar más de una sala y media. Y en tiempo récord.
«Cuando se nos ocurrió la idea, no creíamos ni que pudiéramos llegar ni a los 1.000. La campaña ha ido infinitamente mejor de lo que esperábamos», confiesa Espinosa, satisfecho de haber abierto una vía para financiar un sector en grave crisis por el cambio de modelo, la crisis económica, la subida del IVA y otros problemas que hacen que cada vez menos espectadores acudan a las salas (la recaudación ha bajado un 16% en lo que va de año). «El cine necesita noticias positivas», afirma. Además, la iniciativa les ha servido para «renovar» el público de los Cines Girona: la mayoría de los que se ha acogido a la oferta son jóvenes de 20 a 30 años, «gente que tiene ganas de ir al cine, pero que anda escasa de recursos», apunta Espinosa. Ahora estos se mezclarán con los habituales de la sala, cinéfilos de 45 o más años que acudían a disfrutar de películas no tan comerciales y de los cinefórum que la sala organiza.
A vueltas con el precio de las entradas
El éxito de la oferta planteada por estos cines hace hincapié en un aspecto que el sector lleva dando vueltas en los últimos meses ante la caída de espectadores y la subida del coste de las entradas: primero fue el -dimitido- presidente de Fapae, Pedro Pérez, quien insistió en que había que bajar precios. Luego fue una distribuidora, Warner, la que ofreció una rebaja del 16% en su factura para las salas que repercutieran este descenso en el precio final. Ahora, los responsables de esta iniciativa insisten en señalar que es necesario buscar un precio adecuado porque «hay un sector del público que le gustaría ver las películas en el cine y no verlas descargadas de internet con una calidad precaria». Lo dicen conscientes de que sus pantallas de la calle Girona son «una ventana de exhibición más, no la única, hay que adaptarse».
Los empresarios del cine estudian estos días cómo gestionar este enorme volumen de socios, que pueden acudir al cine todos los días del año, desde este mismo lunes. De momento han reservado aproximadamente un tercio de las salas para ellos y les reparten entradas de forma anticipada. Además, también les advierten que el acceso será más fácil si acuden los miércoles y los jueves, o a las primeras y últimas sesiones de los fines de semana.
Ahora tienen que ver de dónde sacarán el dinero para digitalizar la sala y media que les queda, pero ya ven con más optimismo el futuro. No será así para muchos cines del país: «Las salas que no se digitalicen después del verano van a tener que cerrar» -aventuran- «porque no va a haber copias en 35 mm». En su caso, los espectadores les han salvado. A cambio de un buen precio.
