Los hongos alucinógenos podrían ayudar a tratar padecimientos mentales
(CNN) — El ingrediente clave de los hongos alucinógenos podría hacer magia con ciertos desórdenes mentales, según revela un buen número de estudios. Aunque aún hay poco conocimiento científico sobre lo que sucede en el cerebro cuando las personas están bajo sus efectos.Una investigación publicada en la revista científica Proceedings of the National Academy of Science da mayor información sobre por qué el compuesto químico alucinógeno de los hongos, la psilocibina, podría ser prometedor para el tratamiento contra la depresión.
Los científicos investigaron el efecto de la psilocibina en el cerebro, documentando la bases neuronales detrás del estado alterado de la conciencia en las personas que informaron utilizar 30 hongos alucinógenos.
“Encontramos que estas sustancias apagan ciertas partes del cerebro que integran las sensaciones —la visión, el sistema auditivo y el tacto— con el pensamiento”, dice el médico David Nutt, autor principal del estudio e investigador del Imperial College de Londres en Gran Bretaña.
Nutt también es exasesor en jefe sobre fármacos de Gran Bretaña y ha publicado estudios polémicos sobre los daños relativos de varias sustancias. Le solicitaron que renunciara a su puesto en el gobierno en 2009 porque “no puede ser asesor del Gobierno y al mismo tiempo hacer campaña en contra de las políticas del Gobierno”, de acuerdo con una carta al periódico The Guardian de un miembro del Parlamento Británico.
La psilocibina es ilegal en México y en Estados Unidos y se considera una sustancia de la Lista 1 de Estados Unidos, junto con la heroína y el LSD. Las sustancias de Lista 1 “tienen un alto potencial de abuso y no tienen un uso médico legítimo en Estados Unidos”, de acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Las primeras etapas de la investigación sobre la psilocibina, revelaron su potencial uso en la medicina: se demostró que esa sustancia es útil para los pacientes con cáncer terminal que padecen ansiedad, y en estudios preliminares que también es prometedora para la depresión.
El estudio de Nutt es pequeño y preliminar, y sólo contó con 30 participantes. Su grupo utilizó imágenes de resonancia magnética (MRI, por sus siglas en inglés) para observar cómo responde el cerebro a la psilocibina, desde un estado normal de conciencia hasta un estado psicodélico (de alteración de conciencia).
En el estudio se encontró que cuando la psilocibina apaga más al cerebro, es mayor la sensación de encontrarse en un estado alterado de la conciencia, dice. No es lo mismo que soñar, porque estás plenamente consciente y te das cuentas de las cosas, dice Nutt.
La corteza prefrontal medial, la parte frontal en la mitad del cerebro, parece ser crucial, ya que determina cómo piensas, sientes y te comportas. Los daños en esa zona producen cambios profundos en la personalidad, así que si lo apagas, tu sentido de ser se fragmenta, dice Nutt. Eso es lo que sucede cuando disminuye la actividad de la psilocibina ahí.
“Algunas personas pueden convertirse en uno con el universo”, dice. “Es una especie de experiencia transcendental”.
Otra región del cerebro a la que afecta la psilocibina es el cíngulo anterior, la cual es muy activa en la depresión, dice Nutt. Algunos pacientes con problemas severos de depresión que no pueden ser tratados con medicamentos reciben una estimulación profunda en el cerebro, una técnica en la que implantan quirúrgicamente un dispositivo que emite impulsos eléctricos con el propósito de disminuir la actividad en esa región del cerebro. La psilocibina podría ser una opción más barata, dice Nutt.
Es contradictorio que una droga alucinógena desactive regiones claves del cerebro en lugar de estimularlas, a pesar de que en otros estudios los resultados fueron mixtos en relación a que la psilocibina enciende y apaga regiones cerebrales, dice Roland Griffiths, profesor de Psiquiatría y Neurología en la Escuela de Medicina John Hopkins. Griffiths no participó en el estudio de Nutts, pero también realiza investigaciones sobre los efectos de la psilocibina.
Incluso si esta sustancia se aprueba algún día, no esperes que te den una receta para la psilocibina en tu farmacia local, advierte Griffiths. Hay mucho potencial para el abuso, dice.
A pesar que los científicos encontraron muchos efectos positivos de la psilocibina en las pruebas experimentales, hay peligros potenciales. Algunas personas tienen experiencias aterradoras mientras están bajo los efectos de la sustancia. Las respuestas por el temor y la ansiedad con los hongos alucinógenos pueden ser tan grandes que, cuando los toman sin un control médico, la gente puede dañarse a sí misma o a otras personas. Puede saltar de una ventana o correr hacia el tráfico por una reacción de pánico.
La sustancia tendría que ser administrada en un entorno controlado en un hospital. En otros estudios se encontró que es una terapia efectiva y segura para ciertos padecimientos mentales, dice Griffiths. No sería apropiado para las personas que ya tienen trastornos de psicosis como la esquizofrenia, ya que la psilocibina puede aumentar esos síntomas.
Pero entre los voluntarios saludables, Griffiths y otros investigadores encontraron que las personan pueden tener efectos positivos de largo plazo por los intensos recuerdos que tienen cuando usan la psilobicina (en un entorno experimental controlado). La gente informa tener experiencias místicas o sentirse “interconectada con todas las cosas”, lo que puede cambiarles la vida.
“Las personas afirman que aumenta su sensación de sí mismas, un mayor equilibrio emocional, son más compasivos, son más sensibles a las necesidades de los demás”, dice. “Tienen mayor bienestar y menos depresión, pero no estándrogados en el sentido convencional. Sienten que su enfoque de percepción cambió”.
Los recuerdos de la experiencia con psilobicina, y los resultados positivos que los usuarios le atribuyen, pueden durar hasta 25 años, se demostró en la investigación.
Sin embargo, todavía no se conoce lo suficiente sobre una seguridad a largo plazo por el uso de la psilocibina para decir si también podría dañar al cerebro, dice Griffiths.
“Tienen que suceder cambios en el cerebro para que ocurran estos recuerdos duraderos que le atribuyen”, dice Griffiths. “No sabemos cómo se producen esos cambios, y por qué ocurren”.
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