El FBI pone bajo vigilancia especial a los 160.000 inmigrantes
sirios en EE.UU.
En EE.UU. viven unos 159.000 inmigrantes sirios, según la
cifra de 2009 de la Oficina Nacional del Censo. La retórica bélica de
Washington contra el régimen de Bashar al Assad ha complicado mucho su vida
cotidiana.
"¿Cómo podemos saber que los misiles no se cobrarán la
vida de la gente inocente? ¿Cómo podemos saber que no harán que Al Assad actúe
aún más brutalmente? ¡Puede poner toda la región en llamas!", comentó a la
agencia de noticias Reuters Mossab Awad, un estudiante de Medicina en el estado
de Massachusetts.
Sin embargo, el temor por la vida y salud de parientes y
amigos que se quedaron en Siria en caso de una intervención de las tropas
estadounidenses no es la única preocupación de los sirios que viven en EE.UU.
"Esperamos el ataque en cualquier momento y estamos preparados para
contraatacar", declararon las fuerzas de seguridad sirias. Según
Washington, esta amenaza, en primer lugar, supone atentados terroristas
perpetrados en el territorio de EE.UU. Cabe recordar que en su momento los
medios iraníes citaron a una fuente militar anónima en Teherán que confirmó que
la República Islámica, a su vez, está dispuesta a patrocinar ataques
terroristas contra objetivos en EE.UU. en caso de una intervención extranjera en
Siria.
Como consecuencia, el Departamento de Seguridad Nacional de
EE.UU. y el FBI han enviado un boletín clasificado a sus agentes para
alertarles de las amenazas potenciales que puedan surgir, según filtran los
medios estadounidenses. Entre otras medidas, el documento prescribe aumentar la
vigilancia sobre los inmigrantes sirios.
"El FBI y otras agencias gubernamentales nos están
persiguiendo activamente solo para intimidar", comentó a la cadena '10
News' Jalid Shakfeh, un estudiante de microbiología de 18 años de edad, hijo de
inmigrantes sirios nacido en EE.UU. Junto con un grupo de jóvenes, fue a Siria
para transportar ayuda humanitaria a los hospitales sirios. Cuando volvió, un
representante del Departamento de Defensa se presentó en la clínica de su padre
y pidió hablar con Jalid.
Una situación parecida tuvo lugar ya en el año 2003 tras la
entrada de las tropas norteamericanas en Irak, y en 2011 después del inicio de
la campaña libia. En 2003, el FBI llevó a cabo una serie de interrogatorios
sobre casi toda la comunidad iraquí en EE.UU. -unas 90.000 personas- y sobre
los iraquíes que estaban en el país con visados. En 2011, los interrogatorios
afectaron tanto a los 5.000 inmigrantes libios del país, como a estudiantes y
turistas de esa nacionalidad. Todo esto, con el fin de prevenir posibles
ataques terroristas o cibernéticos y obtener información que pudiera ser útil
para las fuerzas de la coalición que realizaban la intervención. En ambos casos
estos procedimientos fueron fuertemente criticados por las organizaciones de
protección de derechos humanos.