El Estado de Nueva York investiga a Iberdrola por sobrecostes "sospechosos" en tres filiales
El regulador estatal detecta elementos “sospechosos” en las relaciones entre su filial de ingeniería y dos distribuidoras e impone límites a sus contratos. Podría “no haber protegido adecuadamente a los contribuyentes” al incurrir en “cargos excesivos”.
Más sobrecostes con Marca España. La Comisión de Servicios Públicos de Nueva York ha abierto una investigación sobre las relaciones entre la filial de ingeniería de Iberdrola en Estados Unidos, IEP, y dos de sus filiales en ese Estado, New York State Electric & Gas Corporation (NYSEG) y Rochester Gas and Electric Corporation (RG&E). El “asunto IEP”, como lo denomina el regulador de los servicios públicos neoyorquinos, es una cuestión de “importancia capital” por su posible efecto inflacionista en las tarifas de luz y gas que pagan los clientesde esas dos empresas. Por ello, la Comisión ordenó la apertura de una investigación específica el pasado 5 de noviembre para "analizar en profundidad” el caso.
El regulador neoyorquino quiere saber si los servicios que presta IEP a esas dos subsidiarias de la eléctrica española “son eficaces, eficientes y rentables” y, por tanto, redundan en beneficio de los consumidores neoyorquinos. IEP es la filial estadounidense de Iberdrola Ingeniería, la antigua Iberinco (cuya matriz fichó al marido de María Dolores de Cospedal hace año y medio). Por su parte, NYSEG tiene 877.000 clientes de electricidad y 261.000 de gas natural, y RG&E presta servicio a 368.000 clientes de electricidad y 305.000 de gas. Ambas pasaron a manos de Iberdrola con la adquisición de Energy East, en 2008, por la que la española pagó unos 6.400 millones de euros.
Tras una auditoría, los técnicos de la Comisión han determinado que existen elementos “sospechosos” en las relaciones contractuales entre esas tres empresas, ya que IEP ofrece a las filiales neoyorquinas tarifas que, si bien son inferiores a las del mercado, superan lo que pagarían NYSEG y RG&E si las realizaran ellas mismas, “sobrecargando a los contribuyentes por trabajos que podrían llevar a cabo internamente”.
La Comisión, que puede ordenar la anulación de los contratosque investiga, cree que Iberdrola podría haber violado su propio código de conducta y no descarta que su filial de ingeniería en EEUU haya causado retrasos en determinados proyectos. Como medida cautelar, y mientras resuelve sobre el asunto, ha decidido imponer un límite (en vigor desde diciembre pasado) de 1,12 millones de dólares mensuales en los contratos entre IEP y esas dos filiales.
El regulador ha detectado sobrecostes del 19% cuando esas dos distribuidoras contratan con la filial de Ingeniería en lugar de realizar trabajos con su propio personal
Basándose en datos de las propias empresas, la Comisión explica que los contratos de sus dos distribuidoras con IEP “cuestan de media 15 dólares por hora más que si se recurriera a personal interno”, lo que supone un sobrecoste del 19%. Al mismo tiempo, los servicios de ingeniería que podrían realizar NYSEG y RG&E con su propio personal cuestan 32 dólares por hora, lo que supone un 42% menos que si recurrieran a una firma de ingeniería de la competencia.
Por tanto, los servicios de IEP estarían en un rango intermedio, aunque “las disparidades de costes” podrían ser superiores, ya que “parece que las compañías cometieron errores” en sus auditorías. El resultado, según la Comisión, es que existe “un incentivo para inflar los costes de IEP” y llevarlos “lo más cerca posible a los precios de mercado sin llegar a exceder ese umbral”, aumentando así “el riesgo de que los contribuyentes incurran en gastos excesivos”.
“Otro resultado adverso para los contribuyentes es que esta práctica aumenta el incentivo para externalizar los servicios de ingeniería para IEP”, porque los beneficios de esta empresa y los de Iberdrola se han incrementado en los últimos años gracias a esas maniobras. La eléctrica, insiste, podría “no haber protegido adecuadamente a los contribuyentes” neoyorquinos.
Iberdrola ha negado estas prácticas. El pasado 6 de diciembre, sus filiales argumentaron ante la Comisión que cumplen su código de conducta, que sus prácticas son transparentes y benefician a sus clientes. Sin embargo, los técnicos de la Comisión llevan tiempo vigilando las relaciones entre esas tres compañías y han llegado a recomendar la “suspensión” de todos los contratos entre IEP y esas dos filiales. Pero esa medida no se llegó a aplicar, por las supuestas “sinergias y economías de escala” que, según Iberdrola, iba a proporcionar su filial de ingeniería, una de las mayores empresas de este sector, a sus filiales. Sin embargo, “estas expectativas no se han cumplido”.
La investigación está derivada del visto bueno a la nueva filial en EEUU, para la que la eléctrica ha fichado a cuatro ex altos cargos
La investigación se ha abierto con motivo del análisis de la reorganización de los negocios de la eléctrica en Estados Unidos en una nueva filial, Iberdrola USA, que la Comisión de Servicios Públicos ha decidido aprobar con condiciones.
Fuentes de Iberdrola dicen que este proceso no afecta la reestructuración de sus filiales, que, recuerdan, "ya está en vigor". "Se trata de un proceso regulatorio sobre asuntos que la Comisión señaló en su día y en el que hay alegaciones y contra-alegaciones, sin más". También subrayan que los contratos con Iberdrola Ingeniería "son más baratos".
El mes pasado, la eléctrica nombró al exembajador de EEUU en España entre 2009 y 2013, Alan Solomont, nuevo vocal independiente del nuevo consejo de Iberdrola USA, presidida porIgnacio Sánchez Galán.
Además, incorporó al exgobernador de Maine y antiguo miembro de la Cámara de Representantes, John Elias Baldacci, y a otros dos consejeros independientes: el asesor de la Secretaría de Estado norteamericana en materia de energía, economía y empresas entre 2009 y 2013, Jose W. Fernandez, y el que fuera durante más de una década director general de la eléctrica estatal mexicana Comisión Federal de Electricidad (CFE), Alfredo Elias Ayub.