Rescatar la banca ha costado ya a cada español 850 euros
El Estado ha desembolsado
desde 2007 cerca de 220.000 millones, de los que unos 40.000 son prácticamente
irrecuperables
La
reestructuración del sistema financiero español ha requerido ya cerca de 220.000
millones de euros, que ha tenido que proporcionar el Estado a las entidades en
crisis para evitar su quiebra. La Comisión Europea estima que, de esa cantidad,
unos 40.000 millones son prácticamente irrecuperables, lo que equivale a 850
euros por habitante. Pero todavía está por ver que el resto del dinero empleado
vuelva algún día al erario público, según fuentes del sector.
Las ayudas al
sistema financiero desde que estalló la crisis han sido de tres grandes tipos:
inyecciones de capital, compra de activos y avales del Tesoro para la emisión de
deuda. Las inyecciones de capital rondan los 88.000 millones de euros,
incluyendo las garantías concedidas a quienes se han quedado con alguna de las
entidades nacionalizadas. Por los otros dos conceptos -compra de activos y
avales- se han gastado 130.000 millones casi a partes iguales.
Bankia se
lleva la palma
El principal
perceptor de inyecciones directas de capital es Bankia, con 22.500 millones de
euros en números redondos, la mayor parte de ellos procedentes del rescate
europeo. De esa cantidad, la Comisión da por perdidos más de 18.000 millones.
Catalunya Banc tampoco podrá de devolver nunca 11.000 de los 12.000 millones que
ha recibido, según los cálculos de Bruselas. El resto del quebranto hasta los
40.000 millones tiene su origen en NovaCaixaGalicia, el Banco de Valencia y
Unnim.
Pero el problema
es que hay mucho dinero que está en el aire y que podría aumentar el coste de la
reestructuración del sistema financiero de forma considerable. Las
incertidumbres se concentran en los esquemas de protección de activos (EPA) que
amparan a los nuevos propietarios de las entidades nacionalizadas frente a
posible riesgos encubiertos, en los activos traspasados al banco malo (Sareb) y
en los avales concedidos por el Tesoro.
Un alto
riesgo
En conjunto, su
importe asciende a unos 140.000 millones, de los que 28.000 corresponden a los
EPA, 48.000 a la Sareb y 64.000 son avales. Aquella cifra global, no obstante,
podría verse engrosada en función de las exigencias que pongan los eventuales
compradores de las antiguas cajas que siguen en la órbita del FROB: Bankia,
Catalunya Banc y NovaCaixaGalicia, básicamente, según las fuentes
consultadas.
Las mismas
fuentes recuerdan un elemento que habitualmente se olvida al valorar el coste de
la reestructuración de la banca y es la financiación del Estado, que se encarece
en la medida en que las ayudas pasan a computar como déficit público. Sólo en
2012, el déficit empeoró en 3,6 puntos de PIB por ese concepto, pese a los
esfuerzos del Gobierno por ocultarlo.