EE.UU. planea un "bombardeo masivo de 72 horas"
contra Siria
El Pentágono prepara ataques más intensos de lo previsto
inicialmente sobre Siria, los cuales se prolongarían durante tres días,
revelaron militares de EE.UU.
"Los estrategas estadounidenses optan ahora por una
descarga masiva de misiles, seguida rápidamente de otros ataques sobre los
objetivos no alcanzados o no destruidos por el ataque inicial", informa el
diario 'Los Angeles Times', citando fuentes del Departamento de Defensa
estadounidense.
La Casa Blanca ha pedido una lista de objetivos ampliada
para incluir "muchos más" que la lista inicial, de medio centenar de
objetivos. EE.UU. quiere obtener una potencia de fuego adicional para
neutralizar a las dispersas fuerzas del Gobierno sirio, declararon los
funcionarios estadounidenses al diario.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, ha negado una
información recientemente difundida sobre la supuesta orden dada para ampliar
la lista de blancos en el ataque planeado a Siria. El mandatario agregó que el
ataque contra Siria “será limitado y proporcional”.
Los estrategas del Pentágono contemplan ahora la
participación de bombarderos de la Fuerza Aérea y de cinco destructores
estadounidenses que patrullan actualmente el Mediterráneo oriental, para lanzar
misiles de crucero y misiles aire-tierra, permaneciendo fuera del alcance de la
defensa antiaérea siria, agregó.
"Habrá varias descargas y una evaluación tras cada
ataque, pero todo limitado a 72 horas y una indicación clara cuando hayamos
terminado", indicaron las fuentes en condición de anonimato.
Anteriormente se informó que Washington no llevará a cabo en
Siria una ofensiva a gran escala, similar a la realizada en Irak y Afganistán.
El presidente estadounidense declaró que el ataque "no será una
intervención sin plazos concretos" y eludió responder a una pregunta de
los periodistas si ordenaría el ataque en caso de que el Congreso no apoyará su
iniciativa.
El próximo 11 de septiembre el Senado de EE.UU. votará un
proyecto de resolución sobre un eventual ataque al país árabe, propuesto por el
presidente Obama, en respuesta al empleo de armas químicas supuestamente por el
Gobierno sirio contra la población civil el pasado 21 de agosto cerca de
Damasco.