El régimen comienza a “fusilar” a sus “generales” disidentes: a Pedro Jota le seguirá Wyoming a cambio de concesiones de Renfe
El régimen español PP-PSOE está muy atemorizado por lo que prevé una debacle electoral el 25-M y en un acto muy característico de este tipo de circunstancias históricas, ha empezado ya a “fusilar” a sus “generales” disidentes: el primero ha sido el periodista Pedro Jota Ramírez, en lo que supone un “aviso” para la tripulación de ese “buque insignia” que era el diario “El Mundo”. Otros generales, como Jaime Mayor Oreja, han preferido el “suicidio” y se han descabalgado de las listas europeas. También coroneles con galones como Vidal Quadras han dado su salto a “Vox”, la formación que pretende sustituir al PP a corto y medio plazo. Incluso el general en jefe, ya retirado, José María Aznar, ha preferido replegarse a sus cuarteles de invierno en Marbella, tras airearse los emails que su hijo enviaba a Blesa con su consentimiento y que él mismo reconoció también haber enviado a los Museos del Prado y Thyssen, a la Residencia de Estudiantes y a la Fundación Lorca. El problema del régimen es que está soltando sus lastres más caros a toda velocidad y le falta tiempo: “Espía en el Congreso” ha podido saber que la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, encargada de estos “menesteres” internos, está negociando con el editor José Manuel Lara, propietario del diario “La Razón” (PP), el diario “Avui” (CiU) y de la cadena de televisión “La Sexta” (PSOE), la interrupción de los programas de José Miguel Monzón Navarro, más conocido como “El Gran Wyoming“. El precio será alto: la previsible caída en audiencia de La Sexta y el descenso de ingresos que supondrá desprenderse de su figura más emblemática y popular va a ser compensado con la concesión de los trenes de alta velocidad (AVE) a una empresa del propioLara: Veloi Rail, perteneciente al Grupo Hemisferio, que obtendría un negocio que el sector estima en 1900 millones de euros.
El Foro del Transporte y el Ferrocarril (FTF), que reúne a expertos y trabajadores del sector, ha desvelado que “la primera licencia “habilitante” y posterior adjudicación de una línea Madrid-Barcelona al Grupo Hemisferio del editor José Manuel Lara, forma parte del cesto de negociaciones en curso entre Gobierno-Generalidad. Posteriormente, la alianza Comsa-Sncf operaría bajo la fórmula low-cost entre Madrid y Barcelona, con los trenes duplex de la operadora pública francesa, desplazando ambas a Renfe Operadora del codiciado corredor noreste”.
FTF atribuye al presidente de Gobierno, Mariano Rajoy, el principal apoyo a Lara “para convertirse en la primera operadora privada de alta velocidad al disponer ya de una autorización ferroviaria y a la espera de un “título habilitante”, en léxico del ministerio”. Según esta fuente, la propia ministra de Fomento, Ana Pastor, no estaría dispuesta a entrar en batalla con su jefe, ni tampoco el titular de Economía, Luis de Guindos, ni de Hacienda,Cristóbal Montoro. Enigmáticamente, FTF sugiere que “el prohombre del grupo editorial le ha recordado a Rajoy los apoyos mediáticos que recibe del grupo, aunque de no todos los componentes del grupo, haciendo hincapié en que es el único bastión que defiende a capa y espada al gobierno. Rajoy lo sabe y por ello, pero no solo por ello, es el promotor de esta candidatura”. Funcionarios de Moncloa con acceso a la documentación del concurso público y las negociaciones han hecho saber a “Espía en el Congreso” que “Lara está jugando fuerte con Soraya y con la cabeza de Wyoming: o le dan los trenes o Monzón dará más caña“.
El periodista José Apezarena, con buenas fuentes en el Gobierno tras su marcha de la Cadena Cope, ha detectado como Rajoy y Soraya quieren cortarle la lengua a Wyoming a toda costa: “Directivos del Grupo Atresmedia han planteado la posibilidad de retirar de la parrilla de la Sexta el programa ‘El Intermedio’. El Gobierno del Partido Popular presiona a la compañía de Silvio González por lo que consideran un formato incómodo y, en ocasiones, ofensivo”.
Para el Gobierno, el problema no es ‘Al rojo vivo’, la tertulia de Antonio García Ferreras. Ni tampoco es ‘Más vale tarde’, el formato de Mamen Mendizábal. Tampoco les provoca especial malestar ‘La Sexta Noche’, en el ‘prime time’ de los sábados. El principal problema para Moncloa y para el PP es uno: ‘El Intermedio’ de Wyoming. “Las presiones son terroríficas”, asegura un alto directivo de la compañía. En los despachos de San Sebastián de los Reyes son conscientes de que Moncloa y Génova se sienten especialmente incómodos con algunos formatos de la Sexta.
El principal problema para Moncloa y para el PP de cara a las elecciones del 25-M es uno: Wyoming. Y él ve venir el golpe con resignación: “No he oído nada, pero imagino que sí porque esta gente a la que nos dirigimos es rencorosa y traicionera, por eso nos cae tan mal. Este es su programa de gestión. Ellos se venden como grandes gestores, hunden las empresas publicas y, una vez que las han hundido deliberadamente, dicen ‘¿ven? son una mierda, no son rentables y no sirven a nadie’. Una vez que están en ese estado, dicen ‘lo mejor seria deshacerse de ellas o venderlas. Yo trabaje en Telemadrid, muchos días mi programa era líder de audiencia. Pero es que la media de la cadena era un 12%. Desde la llegada de estos señores, baja a un 4% y, entonces, la cierran y echan a todo cristo menos a los directivos. Me han echado de todas las cadenas en las que he trabajado y siempre por el mismo motivo, por ser crítico con el que manda”.
Y al periodista Enrique Clemente le ha desvelado el contenido de su libro “No estamos locos“: “Los auténticos antisistema no son los que calzan rastas y queman una papelera sino los que nos gobiernan. Hasta que la gente no tome conciencia de que les importamos un carajo (el régimen) no se va a mover. Lo están haciendo de una forma soterrada, con lo que llaman externalizaciones, gestión. Lo van haciendo poco a poco, dando pasitos, convenciendo a la gente de que es necesario. Y hasta cierto punto comprando a la gente”.
Y concluye: “Yo estuve en una universidad con Franco que era gratis. Lo que no puede ocurrir es que en una dictadura fascista la gente pueda ir a la universidad y en una democracia no. Hasta ahí no podemos llegar, ya está bien. Y de esto son responsables unos señores sí y otros no. Pero si hicieran lo mismo, por supuesto. Si el PSOE se dedica a hundir la sanidad pública por supuesto que me cago en todos sus muertos. No tengo ningún familiar ahí metido”.
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