Multas de 500 euros a los padres de
escolares que hagan novillos
- La Policía Local identificará a los que estén en la calle en horario escolar
- Cualquier infracción de un menor la pagará su tutor
Hacer novillos en educación obligatoria les puede salir por un buen pellizco a padres y tutores si la Policía Local sorprende al menor en la vía pública. Así lo contempla el extenso borrador de más de un centenar de páginas de la ordenanza para fomentar y garantizar la convivencia cívica del Ayuntamiento de Palma que clarifica la responsabilidad directa que tendrán los progenitores en las infracciones que cometan sus hijos. Eneste caso el texto prevé multas de hasta 500 euros para aquellos que no sean capaces de garantizar la asistencia diaria de sus hijos a los centros de enseñanza en edad de escolarización obligatoria.En concreto es el apartado 7 del artículo 91 de la nueva disposición municipal, actualmente en su fase final de redacción, el que deja bien claro el compromiso directo del núcleo familiar para evitar la presencia de menores en la calle en horario escolar.
«Los padres, madres, tutores o guardadores serán responsables de la permanencia de los menores en la vía pública y de la inasistencia de éstos a los centros educativos».
En estos casos, «cuando concurra culpa o negligencia, incurrirán en una infracción leve, y podrán ser sancionados con multa desde 100 hasta 500 euros». Además la nueva norma precisa las funciones de los agentes de la Policía Local sobre el particular.
«Intervendrá en aquellos supuestos en los que los menores de edad transiten o permanezcan en espacios públicos en tiempo lectivo». Ante estas situaciones «solicitará su identificación, averiguará cuáles son las circunstancias y los motivos por los que no está en el centro de enseñanza, y le conducirá a su domicilio o al centro escolar poniendo en conocimiento de sus padres o/y de la autoridad educativa competente que el menor ha sido hallado fuera del centro educativo en horario escolar».
Y sin perjuicio de que se pueda acudir a fórmulas de mediación para resolver estas conductas, a los padres se les considerará responsables y podrán ser multados. No será el único caso, ni mucho menos. Una vez que la nueva disposición entre en vigor, cualquier acto vandálico de un menor contra el mobiliario urbano u otras infracciones que acarreen una sanción económica, correrán a cargo de los padres.
Si hasta la fecha, como admiten fuentes oficiales de la Policía Local, las multas a menores en general, a excepción de delitos penales o en el caso de contravenir la ordenanza del botellón, quedaban sin cobrar, con la nueva normativa serán sus progenitores o cuidadores los responsables civiles subsidiarios «de los daños producidos por las infracciones cometidas por menores que dependan de ellos». Aunque el Código Civil, según apuntan las mismas fuentes policiales fija la responsabilidad civil de los progenitores, en Palma el asunto no estaba muy controlado.«El Ayuntamiento iniciaba acciones contra los menores, pero si era una multa quedaba en nada, a excepción de la ordenanza del botellón que sí prevé que los padres la puedan pagar, pasaba con el menor como con el insolvente», abundan, «se les sanciona, pero como no la paga, es muy complicado derivarla hacia el padre a no ser que lo diga una ordenanza cosa que hasta ahora no sucedía».
Una vez en vigor el nuevo texto antes de la próxima temporada turística, la cosa cambiará: tendrán que asumir su culpa en cualquier infracción que cometa su hijo. «Serán responsables directos y solidarios siempre que conste dolo, culpa o negligencia, incluida la simple inobservancia».
Hay que recordar que en 2009 el Ayuntamiento de Valldemoro aprobó una medida similiar, cuando el consistorio votó a favor (por unanimidad) de una ordenanza que permite multar con sanciones de 750 a 3.000 euros a los padres de los alumnos que hagan novillos. Igual ocurre en otros ayuntamientos como el de San Sebastián de los Reyes o Los Alcáceres (Murcia).