Más de mil universitarios gallegos pueden ser expulsados por impago
A Coruña y Vigo aprueban fondos para ayudarlos y Santiago ya no tienen recursos
Detrás de cada número hay una historia diferente, pero
seguramente muchas tendrán en común la dichosa crisis y sus perniciosas
consecuencias. Aunque Galicia no ha subido las tasas universitarias en primera
matrícula, el aumento de los precios de las siguientes convocatorias, el
endurecimiento de los requisitos de las becas del Ministerio de Educación
este curso y la difícil situación por la que pasan muchas familias han elevado
los impagos de matrícula en las tres universidades, que actualmente afectan
ya a más de un millar de alumnos. En estos momentos hay en concreto 1.170
alumnos que, de no pagar sus tasas, se verán obligados a abandonar sus estudios.
Y es que para poder matricularse en el curso siguiente o para realizar otro
trámite administrativo es necesario no tener pagos atrasados.
Los datos más llamativos son los de la Universidade da Coruña, ya que aunque confían en que las
cifras bajan en las próximas semanas, han pasado de 79 a 194 impagos en un año.
El rector de la UDC, Xosé Luís Armesto, recuerda que «non sabemos
as situacións persoais de cada alumno pero detrás de moitos impagos está o paro
familiar», informa María Vidal. En la Universidade de
Santiago, aunque también con datos provisionales, la subida es
significativa, pasando de 314 estudiantes a 500 en el curso actual.
Finalmente,
en Vigo el repunte se produjo el pasado año, con 601 alumnos
pendientes de pagos de matrícula tanto en grados como en las viejas
licenciaturas, y este año la cifra bajó a 476.
Una parte del pago
En muchos casos los alumnos no deben toda la matrícula sino algún
plazo de la misma. Por ejemplo, en la Universidade de Vigo están afectados por
impago 476 alumnos, el 2,16 % del total, pero la cantidad que adeudan es solo el
1,05 % del importe de lo recaudado en matrículas, es decir, que han abonado
parte de las tasas. En Vigo la institución académica tiene aún pendiente de
cobro 151.000 euros. En Santiago, por ejemplo, se reclamó a 2.553 alumnos y ya
solo 500 están pendientes de pago.