El fotógrafo español desaparecido en Colombia pasó la última noche con otros cuatro turistas
Lo que hasta hora conocen las autoridades es que la noche del pasado 7 de enero, fecha en que desapareció el español Borja Lázaro Herrera, de 34 años, estaba con cuatro turistas más, dos chilenas y dos colombianos.
Pasaron horas charlando y bebiendo, aseguró Andrés Felipe Romero, regente de la posada Pujurú, donde se hospedaban, situada en el Cabo de la Vela, término municipal de Uribia, departamento de La Guajira, al norte de Colombia. En la mañana del miércoles 8, no encontraron a Borja por ningún lado, pero sus cuatro compañeros ocasionales dejaron el lugar para viajar a otro destino, como tenían programado de antemano. Contaron a Romero que Lázaro se había emborrachado y ellos lo acostaron en una hamaca sobre la una de la mañana. Pensaron que tal vez el español se había levantado temprano para visitar Punta Gallinas, otra playa cercana, o cualquier otro lugar, sin avisar a nadie.
Incluso Romero, al no hallarlo, creyó que se había ido sin pagar, y no le dio más importancia puesto que solo había llegado el día anterior, lunes festivo al popular enclave turístico, donde rara vez ocurre nada. El Cabo de la Vela dispone de escasos establecimientos para hospedarse, la mayoría rústicos, sin grandes comodidades, y es un destino para amantes de la Naturaleza y parajes solitarios.
Uno de los inconvenientes con que se han topado los investigadores del Gaula de la Policía Nacional -unidad anti secuestro y extorsión- es que no hay datos de los cuatro turistas porque, según explicó Romero, no rellenó las fichas de todos los clientes por la alta afluencia de visitantes en esa época, que es temporada alta en Colombia.
Denuncia tardía
También manifestó que hasta el 21 pasado no se dio cuenta de que las pertenencias de Borja Lázaro seguían en su taquilla. Y lo hizo por la llamada de un amigo del desaparecido, preocupado porque no sabía nada de él desde el 6 de enero.
En su depósito guardaba cuatrocientos mil pesos (unos 150 euros), 315 euros, monedas de otros países, tarjetas de crédito, pasaporte, carnet de identidad de extranjería, dos cámaras de fotos, ordenador portátil y otros elementos personales.
Nada más percatarse de lo sucedido, el propio Romero acudió esta semana a la comisaría de Uribia, que enseguida avisó a todas las unidades de la Policía del Departamento de La Guajira para que investigaran un probable delito de "desaparición forzosa".
Una de las hipótesis que se barajó en un primer momento es que Borja Lázar podría haber ido a bañarse al mar de madrugada, aún con copas encima, y lo arrastraron las olas. Pero conocedores del área opinan que el mar ya habría devuelto su cuerpo.
Borja Lázaro llegó a Colombia el 11 de noviembre del 2013, y su intención era recorrer el país haciendo fotos. Aunque el municipio de Uribía es una zona tranquila para los turistas, es la misma donde fueron secuestrados durante un mes los asturianos María Concepción Marlaska y Ángel Sánchez en el verano pasado. Al igual que hicieron entonces, las autoridades regionales no descartan pedir ayuda al Consejo de Palabreros de la etnia wayuu, mayoritaria en la región fronteriza con Venezuela. Se trata de personas muy respetadas entre los suyos, una suerte de jueces y mediadores, que pueden colaborar a encontrar a Lázaro.