Dos españoles frente a la todopoderosa industria del petróleo
Valor Añadido
S. McCoy
Los acontecimientos recientes en Egipto han
vuelto a situar el petróleo por encima de los 100 dólares el barril. En este
caso es evidente que hay una razón geopolítica que justifica la subida.
Cualquier tensión en una zona productora o de tránsito del llamado oro negro
altera las previsiones de oferta -para una demanda estable- y eleva el coste en
origen. Sin embargo, ¿es transparente la formación de los precios en esta
materia prima? Un español que tras salir por piernas de la política española
ha sabido reconstruir su historia profesional en el ámbito europeo, Joaquín
Almunia alias 'azote del naval', y su actual fiel escudero, Cecilio
Madero, con 25 años de experiencia comunitaria, piensan que no.
Su lucha no ha hecho más que comenzar. Poderoso caballero es el petrodinero.
Todo arranca a comienzos del pasado mes de mayo
cuando nuestro compatriota, comisario de Competencia, ordena registrar tanto la
sede de Platts, la entidad encargada de publicar el precio ‘oficial’ del Brent
–usado en el 50% del crudo negociado en el mundo-, como las de varias de las
principales compañías del sector, caso de Royal Dutch Shell, British Petroleum y
Statoil (Bloomberg, "Shell
targeted with BP in EU price fixing probe for oil", 15-05-2013). Se les
acusaba explícitamente de manipulación al alza de la referencia en beneficio
propio desde 2002. A primera vista, la medida recordaba a otros escándalos
financieros recientes como el del LIBOR (London Interbank Offered Rate),
cuyos protagonistas, bancos comerciales y de inversión, acumulan 2.500 millones
de dólares en multas en un proceso aún no cerrado definitivamente.
El meollo de la cuestión se halla en el modo en
el que se construyen estos indicadores internacionales. Platts se limita a
recabar de los distintos operadores -las empresas investigadas, en este caso-
indicación de a cómo han comprado el crudo que necesitan para su acopio o
refino. La remisión de los datos es voluntaria y no necesariamente total, sino
que puede contener únicamente aquellas transacciones que benefician sus
intereses. Es verdad que las cuantías manejadas y la recurrencia de las
operaciones limitan la posibilidad de que se abra un abismo entre realidad y
‘ficción’, pero no es menos cierto que el ingente volumen y su fragmentación
facilitan que se puedan producir ‘descuidos’ en un mercado que mueve 2,6
billones de euros año, el equivalente a dos Españas y media. Cualquier
desviación, por mínima que sea, se mide en muchos ceros a la derecha del primer
numeral.
Tal y como señalan en Bruselas, el movimiento no
se ha hecho a humo de pajas, sino que existen fundadas sospechas de
existencia del fraude ahora revelado. No en vano, ya en 2009 la Unión
Europea fue informada de la posibilidad de que el mismo existiera –sobre la
experiencia de lo que sucedía en determinados estados como Portugal- y el
entonces comisario de Energía descartó profundizar en la materia porque "nadie
cuestiona la validez del indicador" (Bloomberg, "European
oil benchmarks go from trusted to tainted", 01-07-2013). Vaya por Dios. No
obstante, y pese a tales indicios, será el estudio de la documentación
requisada el que determinará el lanzamiento o no de una acusación formal
contra unas prácticas de libre competencia que pueden haber ocasionado un "daño
sistémico" a la credibilidad del proceso, el comisario dixit.
Este proceso no supone novedad alguna para una
industria acostumbrada a ser acusada de abuso de posición dominante y
cartelización de la oferta. No en vano, hemos tenido hace bien poco un ejemplo
en nuestro país con el tema de los márgenes de la distribución de gasolina, acusaciones
directas del ministro del ramo incluidas. Sin embargo, cualquier sanción
pasada podría ser una minucia comparada con lo que está por venir. Se estaría
hablando de una práctica generalizada en origen con un elevado efecto
multiplicador sobre la cadena de suministro hasta llegar al cliente final. En la
contradictoria sociedad actual, renta disponible menguante y beneficios
crecientes (por más que el sector no es lo que era) casan mal. La tentación,
y probablemente la necesidad, de medidas ejemplarizantes es muy, muy elevada.
Palabra de Almunia (Bloomberg, "Oil probe may reveal huge damage to consumers, Almunia says",
28-05-2013).
Manténganse conectados, esta batalla apenas ha
comenzado.