El fiscal pide cinco años de cárcel por el
falso fármaco anticáncer Bio-Bac
La fiscalía pide cinco años y medio de cárcel y una multa de 295.000 euros, para Rafael Chacón, al que acusa de fabricar y vender sin licencia Bio-Bac, un tratamiento no aprobado y que anunciaba como cura para el sida, el cáncer y la hepatitis y sin efectos secundarios. En total, 2.030 pacientes lo tomaron hasta que, en 2002, el Ministerio de Sanidad denunció su comercialización. Entonces comenzó una larguísima investigación que ha durado 12 años y que será juzgada en mayo en Madrid.
Según la fiscalía, el propósito de Rafael Chacón -hoy legalizado como complemento alimenticio, y sin que pueda anunciar propiedades terapéuticas-, era generar “una expectativa irreal sobre las posibilidades y eficacia del producto”, ya que era “un compuesto de proteínas y aminoácidos [...] que incumplía gran parte de las normas de producción, control y caracterización de un medicamento”.
Además, tenía “defectos esenciales” como que el proceso de fabricación no siempre era el mismo y “había lotes producidos con distintas cepas bacterianas, lo que resulta absolutamente insólito en la producción de medicamentos”; el límite de formaldehído en el Bio-Bac era tres veces mayor al que establece la farmacopea para vacunas; no se sometía a un proceso de seguridad viral; se producía con un extracto de carne de origen desconocido, con lo que incumplía la normativa contra las vacas locas; en un lote apareció contaminación por un hongo y dos bacterias “con el consiguiente peligro de infecciones gastrointestinales, en piel y pulmones, especialmente graves en pacientes debilitados”.