Dos familiares del Rey le engañaron para embolsarse un 'pelotazo' de 1,5 millones
Bruno Gómez Acebo
(I.C.)
Bruno Gómez
Acebo, sobrino del Rey, y Marcos Gómez Acebo, sobrino de su hermana,
la infanta Pilar de Borbón, ocultaron a don Juan Carlos la
comisión millonaria que se embolsaron por intermediar en la venta de
Villa Giralda, una mansión que el monarca había heredado de su padre, don
Juan de Borbón, en la lujosa urbanización madrileña Puerta de Hierro, según
han revelado a El Confidencial fuentes muy cercanas a La Zarzuela.
Villa Giralda, bautizada con ese nombre en honor a la residencia en la que
don Juan de Borbón y su
esposa, doña María de las Mercedes, vivieron
durante su exilio en Estoril (Portugal), fue vendida en 2002 por el Rey y sus
dos hermanas a Comercializadora Peninsular de Viviendas (CPV), una cooperativa
en quiebra e intervenida judicialmente que estafó a más de 1.200 familias
madrileñas y cuyos promotores están hoy en la cárcel. El monarca y sus
hermanas cobraron 2,7 millones de euros repartidos a partes iguales, mientras
que los Gómez Acebo se embolsaron una inusitada comisión de 1,5 millones.
Los síndicos de la quiebra, encargados de recuperar los casi 30 millones de
euros estafados por CPV para repartirlos entre los acreedores de la sociedad,
reclamaron a Bruno y Marcos Gómez Acebo que devolviesen los 1,5 millones de
euros cobrados en concepto de comisión por intermediar en la operación y pasaran
a engrosar la lista de acreedores. Ante la negativa de aquellos a reintegrar esa
cantidad, los síndicos presentaron una demanda de retroacción contra los
familiares de don Juan Carlos. El pasado 8 de noviembre ambos se sentaron en el
banquillo del Juzgado de Primera Instancia número 17 de Madrid, que aún no ha
dictado sentencia.
El Rey y sus hermanas confiaron la venta de Villa Giralda a los Gómez
Acebo, y estos se pusieron en contacto primero con la inmobiliaria Marol SL y, a
continuación, con los gestores de CPV condenados, Francisco García
Moreno y sus dos hijos, Javier y Miguel Ángel García Sánchez.
Cuando CPV, a instancias de Bruno y Marcos Gómez Acebo, mostró a Marol su
interés por la mansión, aquellos comunicaron al Rey que la cooperativa estaba
dispuesta a pagar casi 2,8 millones, de los que la inmobiliaria se llevaría una
comisión del 3%. Pero ocultaron al monarca que habían pactado bajo cuerda
con García Moreno un pelotazo mucho mayor.
Tres meses antes de la estafa
García Moreno pagó en total por Villa Giralda casi 4,3 millones de euros,
pero el Rey, la infanta Pilar y la infanta Margarita de Borbón sólo
cobraron 2,7 millones; el resto, salvo los 90.000 euros que la inmobiliaria
Marol ingresó en concepto de comisión, se lo embolsaron los Gómez Acebo a
espaldas del monarca. La operación inmobiliaria, en la que intervino José
Manuel Moreno Romero, conde de Fontao y asesor jurídico de don Juan Carlos
-que firmó las escrituras en su nombre-, se cerró apenas tres meses antes de
que estallara el escándalo de CPV, cuando la cooperativa de viviendas entró
en quiebra tras apoderarse de los ahorros que le habían confiado más de 1.200
familias.
Los gestores de CPV condenados pagaron una comisión tan abultada a los
Gómez Acebo, según las fuentes consultadas, para tratar de enmascarar su
engaño a las familias estafadas, que difícilmente sospecharían de una
cooperativa tan solvente capaz de adquirir una mansión en Puerta de
Hierro propiedad de la mismísima familia real (vea el álbum con las fotos de Villa Giralda). Los afectados
habían pagado una media de 500.000 pesetas -3.000 euros- en concepto de señal y
un millón más de entrada -6.000 euros- por unas viviendas en los barrios de
Sanchinarro, Las Tablas y Montecarmelo, en la zona norte de Madrid, que jamás
llegaron a construirse.
La comisión que se embolsaron los Gómez Acebo se formalizó en cuatro pagos,
dos de ellos mediante cheques al portador del Banco Popular: 200.000 euros para
Bruno y 250.000 euros para Marcos. El primero cobró, además, otros 636.000 euros
a través de la empresa de la que es administrador único, Gómez Acebo Consultores
Inmobiliarios SL; la sociedad del segundo, Gómez Acebo International Group, se
llevó otros 407.000 euros. CPV compró Villa Giralda -levantada sobre una
superficie de más de 4.200 metros cuadrados y hoy ya demolida- tras solicitar y
obtener en febrero de 2002 una hipoteca de 2,6 millones de euros de
Ibercaja, comprometiéndose a devolver a esta la totalidad del capital en el
plazo de 12 meses.