Un islote emerge en Pakistán tras un
terremoto
Un islote ha emergido este miércoles a unos 300 metros de la costa de Gwadar, en el sudoeste del Pakistán, según ha explicado el dirigente de la zona, Moazzam Jah, a la cadena de televisión privada 'Geo tv'.
Moazzan Jah ha explicado que la isla, que tiene algo más de 10 metros de altura y una extensión de 200x250 metros, está siendo evaluada por un grupo de expertos del Instituto Nacional de Oceanografía para comprobar su estabilidad.
Tras las primeras observaciones, los biólogos han explicado que la roca está arrojando gas metano por varias zonas. «El equipo ha encontrado burbujas que suben a la superficie y que se incendian cuando se encendió un fósforo», ha apuntado el biólogo Mohammad Danes.
Víctimas
El último recuento de víctimas por el terremoto que ayer sacudió el suroeste paquistaní asciende hoy a al menos 328 muertos y unos 440 heridos, pero las autoridades alertan de que el número de fallecidos y afectados puede ser mayor.
Los equipos de rescate se afanan por encontrar supervivientes en la remota zona del suroeste del país que ha quedado muy afectada por el que ya se ha convertido en uno de los seísmos más mortíferos de la década en Pakistán.
Un portavoz del Gobierno regional de la provincia de Baluchistán, Mohamed Buledi, aseguró en rueda de prensa que se han contabilizado 328 fallecidos y 440 heridos, la mayoría de ellos en el área de Awarán, según recoge el medio local Dawn.
«Me temo que el número de muertos aumentará», confesó Buledi, quien reveló que está siendo muy complicado para los equipos de rescate llegar a las zonas afectadas, debido a que el terremoto ha deteriorado «enormemente» las vías de comunicación.
El secretario de Interior de la provincia de Baluchistán, Asad Gilani, detalló con anterioridad que «entre las víctimas hay mujeres y niños» y que «la prioridad es recuperar los cuerpos (que se hallan bajo los escombros) y trasladar a los heridos a los hospitales».
El epicentro del terremoto, con una magnitud de 7,7 grados en la escala de Richter, se localizó en el área de Khuzdar, a más de 200 kilómetros de Awarán, y tuvo lugar a 10 kilómetros de profundidad, según el Departamento Meteorológico de Pakistán.
Los equipos de rescate se afanan por encontrar supervivientes en la remota zona del suroeste del país que ha quedado muy afectada por el que ya se ha convertido en uno de los seísmos más mortíferos de la década en Pakistán.
Un portavoz del Gobierno regional de la provincia de Baluchistán, Mohamed Buledi, aseguró en rueda de prensa que se han contabilizado 328 fallecidos y 440 heridos, la mayoría de ellos en el área de Awarán, según recoge el medio local Dawn.
«Me temo que el número de muertos aumentará», confesó Buledi, quien reveló que está siendo muy complicado para los equipos de rescate llegar a las zonas afectadas, debido a que el terremoto ha deteriorado «enormemente» las vías de comunicación.
El secretario de Interior de la provincia de Baluchistán, Asad Gilani, detalló con anterioridad que «entre las víctimas hay mujeres y niños» y que «la prioridad es recuperar los cuerpos (que se hallan bajo los escombros) y trasladar a los heridos a los hospitales».
El epicentro del terremoto, con una magnitud de 7,7 grados en la escala de Richter, se localizó en el área de Khuzdar, a más de 200 kilómetros de Awarán, y tuvo lugar a 10 kilómetros de profundidad, según el Departamento Meteorológico de Pakistán.