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jueves, 19 de septiembre de 2013

LA POLICIA EXIGE A LOS PERIODISTAS UN CARNET QUE NO EXISTE, PARA IDENTIFICARSE


La Policía exige a los periodistas que se identifiquen con un carné que no existe

En España no existe ningún carné oficial que identifique a una persona que ejerce como profesional de la comunicación, pero la policía lo sigue exigiendo, especialmente en protestas ciudadanas



Un policía identifica a una fotoperiodista durante la protesta de la corrala.

Volvió a ocurrir. Durante una protesta de colectivos sociales, en este caso de las vecinas y vecinos de la Corrala Utopía en Sevilla, la Policía Nacional exigió a periodistas y fotoperiodistas que cubrían la concentración que se identificaran como profesionales de la información. Pero, ¿cómo se identifica una persona que está ejerciendo su trabajo, en este caso el de periodista o fotógrafo? Según la Policía Nacional con un “carné de prensa”. El único problema es que ese carné no existe en España.

Y no existe porque “no hay una regulación de la profesión periodística, y la colegialización no es obligatoria. Por tanto, no se le puede exigir a ningún periodista o profesional de la comunicación“, explica Fernando Álvarez-Ossorio, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Sevilla que imparte clases de Derecho a la Información en la Facultad de Comunicación.

Rafael Rodríguez, presidente de la Asociación de la Prensa de Sevilla (APS), expone el mismo argumento: “En España no existe carné de periodista porque es una profesión de libre ejercicio, no está regulada”. “Lo que se quiere realmente es censurar“, destaca. Muchos de estos episodios entre profesionales de la comunicación y Fuerzas de Seguridad del Estado “se da en la calle, en protestas de movilización ciudadana que están intentando acallar”. La APS ya protestó enérgicamente en el caso de Ana García, una cámara que estaba grabando para La Sexta la ocupación de un bloque y que terminó detenida y con su cámara confiscada.

La concentración de la Corrala Utopía, apoyada por la PAH de Sevilla, no había sido comunicada a la Delegación del Gobierno “tal y como establece la normativa”. “Por lo que es necesario que la Policía pueda diferenciar entre manifestantes y gente que está trabajando y por eso está allí”, explican desde la Delegación.

Los policías suelen conformarse con la identificación que algunos medios a veces facilitan a sus trabajadores. Pero no siempre es así y, ni mucho menos, es algo obligatorio. “La mayoría de las empresas no facilitan esta identificación y hay muchos profesionales que son autónomos y no tienen el respaldo de ninguna empresa”, explica Rafael Rodríguez, que asegura que  ”con el DNI sobra”.
En cualquier caso partimos de la aberración de que se sancione a alguien que  se está manifestando en la acera, y no hace falta comunicarlo porque no se está poniendo en riesgo ningún bien jurídico”, según explica Álvarez-Ossorio.

En muchas ocasiones lo que motiva que la policía exija el inexistente carné de prensa es la toma de fotografías o vídeo. “¿En virtud de qué un Policía dice que no se le puede hacer fotos?”, se pregunta Álvarez-Ossorio, que sostiene que “la discusión es la opuesta, ya que incluso deben ir identificados con su placa”. Obviamente “en un contexto de terrorismo no se publica la cara de un Guardia Civil, pero en una situación normal la policía es una autoridad pública”, añade. Diferente es que se haga un uso ilícito de esa imagen en su posterior difusión. Entonces “sí se podrán tomar medidas legales, pero no antes”, puntualiza el profesor. Medida que podría tomar cualquier ciudadano en caso de que la difusión de la imagen pueda vulverar algunos de sus derechos fundamentales: intimidad, honor y derecho a la propia imagen.

“Cualquier persona puede tomar imágenes en la calle, sea profesional de la comunicación o no”, insiste el presidente de la APS, que denuncia que se están poniendo más trabas que nunca: “Es una práctica que recuerda al franquismo”.

“Salvo que haya una razón superior, es decir, que esté en juego un bien jurídico constitucional, no se puede impedir la labor de alguien que ejerce el derecho de la información. Y máxime cuando se esté tratando de profesionales del periodismo”, afirma con rotundidad Álvarez-Ossorio, que finaliza con un clarificador ejemplo: “Imagina que hay una manifestación con cargas brutales, con muchos heridos. Si no se permite a los periodistas trabajar, ¿cómo nos vamos a enterar el resto de ciudadanos de lo que ha ocurrido?”.