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jueves, 28 de marzo de 2013

LOS ULTIMOS DIAS, IMPRESIONANTE PELICULA ESPAÑOLA


El Apocalipsis con acento español

Año 2013. De forma inexplicable, la población de todo el planeta decide encerrarse en edificios y espacios cerrados. Impera la agorafobia y la gente se siente incapaz de salir al exterior. Entonces, se inicia una batalla por la supervivencia de consecuencias imprevisibles para el futuro de la humanidad. En este contexto, Marc emprende una odisea en busca de Julia, su novia desaparecida. Con una premisa como esta, pocos podrían imaginar que estamos hablando de una película española. Con el paso de los años, nos hemos ido acostumbrando a que el cine español fuera conquistando nuevos ámbitos y territorios; sin embargo, todavía se nos queda cara de sorpresa cuando asistimos al estreno de un filme español alejado del drama o la comedia costumbrista. En Los últimos días, la nueva película de los hermanos David y Àlex Pastor, Marc es Quim Gutiérrez y Julia es Marta Atura, y el escenario de la acción es una Barcelona golpeada por un misterioso mal que ha vaciado sus calles dibujando un paisaje post-apocalíptico.
 
 
Nuestra sorpresa no remite: ¿cine español post-apocalíptico? Ver para creer. Y sin embargo, el nuevo trabajo de los Pastor no es la primera muestra nacional de este subgénero de la ciencia-ficción. De hecho, si atendemos al cine español de los últimos años, podemos advertir que existe una suerte de “moda” del cine apocalíptico. Una tendencia cuyo origen podría situarse en 2008, año en que la película 3 días se alzó como la gran vencedora del Festival de Málaga alzándose con la Biznaga de Oro, premio mayor del certamen. Para su ópera prima, el debutante F. Javier Gutiérrez decidió utilizar como telón de fondo un mundo amenazado por el impacto de un gigantesco meteorito que, con toda probabilidad, destruiría nuestro planeta. No hay ninguna esperanza de vida tras el impacto. La desesperación, el caos y la muerte recorren la Tierra. Ante esta alarmante situación, Ale (Víctor Clavijo), un joven habitante del pueblo de Laguna, decide pasar sus últimos días encerrado, emborrachándose y escuchando su música favorita. Pero sus planes cambiarán repentinamente cuando se vea obligado a ayudar a su madre a proteger a los cuatro hijos de su hermano ante la llegada de Lucio (Eduard Fernández), un desconcertante personaje cargado de oscuras intenciones.

Parece que los cineastas españoles interesados por el cine de ciencia-ficción han encontrado en el cine apocalíptico un lienzo sobre el que trabajar con emociones humanas al límite –algo que encontramos en filmes extranjeros recientes como Melancolía de Lars Von Trier o 4:44 Last Day on Earth de Abel Ferrara–. Así ocurre en Fin, la película de Jorge Torregrossa que se estrenó el pasado mes de noviembre. En ella, la idea de un nuevo orden natural donde los humanos están en peligro de extinción aviva las llamas de un tenso thriller protagonizado por un grupo de amigos y amigas (entre las que destacan Maribel Verdú, Clara Lago, Blanca Romero) que se reúne en una casa en la montaña. Entre risas y anécdotas se oculta un turbio episodio del pasado que les sigue atormentando. De repente, un extraño incidente altera sus planes, quedando completamente aislados y sin posibilidad de comunicación con el exterior. Una ciencia-ficción más psicológica que pirotécnica.
 


Por su parte, Extraterrestre de Nacho Vigalondo, desde su absoluta excentricidad, también juega con ciertas coordenadas del cine apocalíptico. Al igual que en los otros ejemplos citados, un componente claustrofóbico –el encierro ante la catástrofe– sirve de motor de esta historia en la que la amenaza de una invasión alienígena (más sugerida que explicitada) desencadena una hilarante cadena de malentendidos sentimentales entre unos personajes cuya neurosis se impone al pánico. El Apocalipsis como tapiz para la comedia surrealista. Algo parecido a lo que sucede en Los últimos días del mundo, que sin ser una película 100% española (sin ir más lejos, los directores son los franceses Arnaud Larrieu y Jean-Marie Larrieu) sí transcurre en nuestras tierras. La película está protagonizada por Robinson Laborde (Mathieu Amalric), un hombre que se recupera poco a poco del fracaso de una aventura amorosa por la que se había decidido a dejar a su mujer. A pesar de la inminencia del desastre (el fin del mundo), y quizás para enfrentarse mejor a él, se embarca en una verdadera odisea que le lleva por las carreteras de Francia y España. Un cruce de road movie, drama sentimental, comedia bufa y cine apocalíptico. Queda claro que el fin del mundo se presta, en la gran pantalla, a las más curiosas hibridaciones.

Por último, y para terminar por dónde empezamos, vale la pena destacar que Los últimos días no es la primera incursión de los hermanos Pastor en el subgénero del cine apocalíptico. En el año 2009, estrenaron Infectados (Carriers), en la que un virus mortal se extendía por la Tierra. En el filme, cuatro jóvenes (entre los que se encontraba el hoy emergente Chris Pine) se dirigían a una apartada playa del Golfo de México para refugiarse de la epidemia. Pero cuando su coche se estropeaba en una aislada carretera, empezaba una desesperada huida en la que debían enfrentarse a infectados, médicos homicidas y enloquecidos supervivientes… Habrá que ver si en el futuro los Pastor siguen insistiendo en su retrato del fin del mundo o abordan nuevos territorios. En cualquier caso, se les agradece el esfuerzo por ampliar los límites de la ciencia-ficción con acento español.