El presidente de Google, Eric Schmidt, ha estado probando Google Glass, las gafas de realidad aumentada de la compañía estadounidense, y considera que la experiencia con ellas es un poco rara.
Hablar en voz alta para controlarlas a través de reconocimiento de voz es «la cosa más rara», ha dicho Schmidt, en una conferencia este jueves en la Escuela de Gobierno Kennedy de la Universidad Harvard.
Las personas tendrán que desarrollar un nuevo protocolo para hacer frente a este tipo de productos que pueden grabar vídeo de manera secreta y que aparezca la información que sólo el usuario puede ver, ha dicho Schmidt. «Obviamente, hay lugares en los que las Google Glass son inapropiadas».
Google está llevando su proyecto Google Glass a los desarrolladores durante este año pero ha confirmado que el modelo final para los usuarios no estará disponible de forma comercial hasta 2014.
La compañía estadounidense ha decidido que va a aprobar previamente todas las aplicaciones que se ofrezcan a los usuarios de Google Glass, a diferencia de Android para los «smartphones» y tabletas. «Es tan nuevo que hemos decidido ser más cautos», ha dicho Schmidt. «Siempre es más fácil esperar y abrirlo más en el futuro».