El presidente afgano reconoció ayer que su oficina recibió dinero
en efectivo de la CIA cada mes y durante los últimos diez años. Hamid Karzai
agradeció a esa agencia de inteligencia por lo que, según él, era dinero bien
gastado, pocas horas después de que The New York Times informara que la
oficina de la presidencia recibió decenas de millones de dólares, entregados en
mochilas y bolsas de plástico, que la CIA aportaba para ganar influencia.
El diario, que cita a funcionarios no identificados, afirma que
ese dinero aumentó la corrupción y financió a los caudillos de la guerra,
mientras EE.UU. trataba de lograr la estabilidad antes de la retirada. «La mayor
fuente de corrupción en Afganistán fue Estados Unidos», dijo un responsable
estadounidense citado. Jalil Roman, que trabajó como subjefe del gabinete de
Karzai, declaró que se le llamaba «dinero fantasma».