Los fabricantes de armas se disparan en Wall Street a la espera del ataque a Siria
Listas para atacar Siria. Así se muestran las grandes fabricantes de armamento y material bélico de EEUU al pasarlas revista en Wall Street. Mientras la Casa Blanca estudia los pros y contras de un ataque directo contra Damasco, las compañías del sector ya cotizan en máximos interanuales gracias a la explosiva remontada de precios que se han apuntado al unísono de la escalada de violencia en Oriente Medio.
La más pujante de las ‘señoras de la guerra’ en la Bolsa de Nueva York es Raytheon, la fabricante de los conocidos misiles Tomahawk. La más que probable participación de estas armas en un hipotético bombardeo sobre el territorio sirio ha llevado a sus acciones a marcar precios desconocidos en el último año, a las puertas de los 78 dólares por título. En los últimos tres meses, tiempo en el que la guerra civil siria ha conseguido la mayor de las atenciones por parte de la comunidad internacional, su gráfica bursátil ha escalado un 13%.
Con varios buques de la Marina estadounidense acercándose a las costas de Siria, la escalada de precios de Lockheed Martin alcanza ya un 16% desde junio. Y es que los expertos en conflictos bélicos descuentan que los misiles Aegis que esta cotizada fabrica también podrían dirigirse contra el régimen de Bachar al Assad en las próximas semanas. La escalada de precios desde julio es más que explosiva también para Northrop Grumman, el principal contratista del Centro de Integración y Operaciones de Defensa en Misiles. Sus acciones valen ahora un 13% más que hace sólo dos meses.
Una de las apuestas favoritas para sacar tajada de la guerra en Bolsa es Huntington Ingalls Industries. La estadounidense remonta un 15% en el parqué desde el cierre de junio y, sin embargo, los expertos creen que sigue teniendo un sólido potencial alcista. Un recorrido que podría acelerarse con la llegada de pedidos de los destructores que fabrica una de sus filiales, Ingalls Shipbuilding, una de las mayores firmas proveedoras de armamento de la Marina de EEUU.
No parece, sin embargo, que Boeing vaya a sacar tanto partido de un hipotético ataque a Siria como sí ha conseguido en anteriores conflictos. Las estrecheces económicas que aún sufre EEUU y que también han pasado factura a su elevado presupuesto en Defensa no hacen prever ningún desembolso en nuevas aeronaves de ataque, especialmente en helicópteros. De hecho, la compañía aeronáutica pierde un 2,6% de su valor bursátil en el último mes. Y es que, los negocios de aviación civil de la compañía podrían resentirse si el conflicto sirio desemboca en una prolongada guerra con varias potencias internacionales implicadas.
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