RTVE destituye al jefe económico por una “deficiente gestión”
Ignacio Mínguez-Yugueros ha sido relevado del cargo de manera fulminante
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El presidente de RTVE, Leopoldo González-Echenique, ha destituido de manera fulminante al director de la administración econonómico-financiera de la radio y la televisión pública, Ignacio Mínguez-Yugueros, vinculado a la compañía desde hace varias décadas. Oficialmente, su salida obedece a “una deficiente gestión administrativa del departamento”, según explicó ayer una portavoz de la corporación. Aunque no ofreció detalles de tales deficiencias, otras fuentes señalan “anomalías” en la adquisición de determinados derechos deportivos.
Esta destitución, que se produjo el pasado 2 de agosto, podría no ser la única. También está en la cuerda floja Ramón Revuelta, que ocupa la dirección económico-financiera. En este caso su cese puede ser más complicado de acometer ya que, según fuentes de la corporación, Revuelta tendría un contrato blindado y la ruptura de la relación laboral obligaría a abonarle una sustanciosa indemnización.
Pero RTVE parece decidida a relevar a los máximos responsables de las arcas económicas y de las finanzas. Un proceso que está siendo llevado a cabo de manera muy directa por el nuevo director general corporativo, Enrique Alejo, que asumió el cargo a finales del pasado mes de abril. Este técnico comercial y economista del Estado llegó a la corporación procedente del Ministerio de Hacienda y ante sí tiene el reto de gestionar los menguantes recursos de la televisión pública e implantar de manera eficiente el modelo de contabilidad analítica que exige Bruselas.
El año pasado fue especialmente negro para RTVE. Cerró con unas pérdidas de 105 millones de euros (73 por un mayor volumen de gastos y 32 por haber ingresado menos de lo previsto). Los Juegos Olímpicos de Londres ayudaron a desequilibrar la balanza. El encarecimiento de los derechos deportivos aparece muy destacado en la auditoría de la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE). El informe firmado a finales de 2012 ponía de relieve que se había sobrepasado en un 0,74% (5,2 millones de euros) el límite del 10% del presupuesto que marca la ley, así como una espectacular subida en el precio del fútbol. Consideraba “notable” el aumento de los derechos de la selección absoluta, al pasar de 27,2 millones en 2009 (11 partidos) a 45,5 millones en 2011 (10 partidos).
El coste por minuto de estas emisiones salía a 42.000 euros (récord de toda la parrilla de TVE), lo que supone el doble que la Champions pese a tener una menor audiencia. La auditoría recomendaba rentabilizar el contrato “con la mayor eficiencia posible” y observaba que el contrato establecía una compensación entre las partes si la cuota de pantalla era inferior al 32% o superior al 38%. La media de los 10 partidos fue ese año del 31,5%, lo que suponía un ingreso de 52.500 euros a favor de la televisión pública. “A fecha de la auditoría (septiembre de 2012) no figura en contabilidad ningún importe minorando el gasto, por lo que RTVE debe proceder a su regularización”, exponía el informe.
Hacienda también reclamaba los 22.500 euros abonados de más con motivo de la Supercopa de 2010. Además, exponía que la notificación de la renovación automática del contrato con Santa Mónica Sport (la empresa que comercializa los derechos televisivos de la selección española de fútbol) para las retransmisiones de la Copa del Rey y de la Supercopa entre 2012 y 2014 “deberían figurar en el registro de contratos de RTVE”.
La compra de los derechos deportivos es una de las principales partidas de la televisión pública. En 2011, la factura ascendió a 150 millones de euros, un 50% más que dos años antes. El grueso de la subida corresponde precisamente al fútbol y sobre todo a los contratos firmados con Santa Mónica Sport.