El 44% del presupuesto recortado de Cooperación se va en dietas y salarios
La Generalitat desmantela el sector de las ONGD con un tijeretazo del 71%
La Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo (ACCD), el ente que gestiona las políticas de cooperación, sufrirá, según el proyecto de Presupuestos para 2014, un gran tijeretazo. De los 15,2 millones destinados en 2012 —en 2013 se prorrogaron los Presupuestos— se pasará a 6,2. Pero el impacto del recorte para las ONGs es aún más sangrante si se atiene a que la Agencia utiliza el 44% de su partida en gasto corriente. La ACCD destina 2,8 millones a ese capítulo —2,7 millones se van en sueldos de sus 49 trabajadores y en dietas— y 3,4 millones a proyectos en el exterior. “Viendo el dinero destinado a estructura de la Agencia y cuánto a proyectos se ve que el sistema es ineficiente”, avisa Alex Guillamón, presidente de Entrepobles,
Las ONGs han puesto el grito en el cielo ante el desplome de la partida para proyectos en países en vías de desarrollo, que sufren un recorte del 71% respecto a 2012 cuando se destinaron 11,9 millones frente a los 3,4 de ahora. La presidenta de la Federación Catalana de ONG para el Desarrollo (FCONGD), Miriam Acebillo, considera esas cifras de “miseria” y lamenta que suponen el desmantelamiento de la cooperación catalana en el exterior. Fuentes de la Agencia señalan que nadie escapa a los recortes y apunta que pese a que en 2012 manejó 15 millones, aseguran que al final la suma se redujo a 9 millones y a 5,6 millones en 2013.
Las cifras, en cualquier caso, se quedan en anécdota si se comparan con el recorte aplicado desde 2010. Aquel año el presupuesto total de la ACCD fue de 39,3 millones de euros, 31,6 para proyectos de las ONGs. Las cifras de 2014 confirman un recorte del 86% en un periodo de 4 años. Los 3,4 millones en proyectos ya están comprometidos. No habrá convocatoria pública para 2014. Tampoco la hubo en 2013. “Es evidente que la política exterior del Gobierno no apuesta por la cooperación”, denuncia Acebillo. Y avisa que las ONGD que se financian con dinero público están en una situación precaria desde hace un año: “Nos preocupa la falta de compromiso cuando Cataluña había sido un referente de cooperación. El Gobierno tiene una responsabilidad que no asume”.
Carles Llorens, director de la ACCD, rechazó hacer declaraciones pero fuentes de la Generalitat afirman que el gasto se ha reducido como en cualquier área y que su intención es avanzar en la financiación público-privada. Acebillo es escéptica respecto al patrocinio privado. “Ya no estuvimos de acuerdo cuando se lanzó la idea y constatamos que no ha funcionado", señala. Lo que ha ido mejor es la captación de fondos en los países donde se desarrollan los proyectos. Es una fórmula que exploran cada vez más ONG ante el fin de la financiación pública. “Nuestra única opción es lograr el dinero en el terreno. Ecuador ya destina importantes fondos para el desarrollo en su país”, dice Miquel Carrillo, de la ONG Engenyeria sense fronteres.
El director de Intermón Oxfam en Cataluña, Francesc Mateu, tilda la situación de “enorme retroceso”. “Cataluña ha pasado de ser la punta de lanza de la cooperación a ser la primera en desmantelarla”, lamenta Mateu, que prevé que este año será de subsistencia para algunas ONG y de cierre para otras. De hecho, muchas ya efectuaron fuertes recortes de personal entre 2011 y 2013. Intermón Oxfam redujo su plantilla en cerca de 85 personas mientras la propia ACCD formalizó un ERE en el que despidió a 38 de sus 94 trabajadores.
“Nos hemos quedado sin políticas públicas de cooperación, quitando algún pequeño presupuesto a nivel municipal o de diputaciones”, asegura Miquel Carrillo, que define el presupuesto como “un jarro de agua fría” porque creían que se repetirían al menos los de 2012. “No nos ha sorprendido”, explica Mateu, de Oxfam. “En 2012 no hubo convocatorias públicas y este tampoco. Es la desaparición del sector público catalán”, abunda Carrillo.
“Es un error político la falta de inversión en cooperación. Todos los países europeos entienden que la diplomacia necesita cooperación, es una parte de ella. El gobierno catalán no lo entiende así. No hemos sabido hacerselo ver”, lamenta Gillamon. Las ONG subrayan su preocupación por la paralización de proyectos que estaban en marcha. “En cooperación cuenta trabajar a largo plazo con proyectos constantes y no sabemos si volveremos a tener fondos”, remacha. Mateu corrobora que las ONG que no saben “cuál es la intención de la Generalitat a largo plazo”. “Lo más triste de todo es que no se dé la cara”, afirma Carrillo, “nos están respondiendo con medias verdades y en vez de reconocer la decisión. Al Gobierno la cooperación no le cuadra”.