Portugal: Se elevan más voces de protesta contra la austeridad
Al descontento de los portugueses respecto a la crisis financiera que aqueja al país europeo se asuman cada vez más protestas para rechazar el statu quo que ha colocado al Gobierno de Lisboa en un laberinto sin salida.
En este sentido, las nuevas medidas de austeridad han llevado a los trabajadores del metro de la capital portuguesa, Lisboa, a iniciar este martes una huelga de 24 horas.
La huelga ha sido convocada por los sindicatos de los trabajadores en respuesta al deterioro de las condiciones laborales y la reducción de puestos de trabajo.
Como consecuencia de la protesta se han registrado importantes atascos de tráfico a primeras horas de la mañana, pese a que se han tomado algunas medidas para aliviar los efectos del paro.
El año pasado, los trabajadores del metro abandonaron sus puestos de trabajo en ocho ocasiones, en un acto de protesta contra las reformas laborales del Gobierno y los recortes de gastos.
Asimismo, las enfermeras y trabajadores gubernamentales están planeando huelgas similares para las próximas semanas.
Los nuevos recortes son requeridos por la llamada Troika de prestamistas internacionales --la Unión Europea (UE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)--, que concedió al Estado luso un préstamo de emergencia por valor de 78 mil millones de euros (cerca de 102 mil millones de dólares), después de que se elevara, en 2011, la deuda de Portugal a niveles insostenibles.
A cambio, el Gobierno portugués impuso una serie de medidas de austeridad profundamente impopulares para cumplir con las condiciones del plan de rescate internacional de su economía.
Igualmente, el mes pasado, el partido del primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, sufrió uno de sus peores reveses en las elecciones municipales, ya que los votantes mostraron su rechazo a los duros recortes de austeridad.
Los más críticos dicen que las reformas en Portugal han causado una tasa récord de desempleo (más del 16 %), mientras que los analistas afirman que Portugal necesitará probablemente más ayuda financiera de sus acreedores debido a que el país se encuentra en una recuperación económica muy tímida.
FUENTE
Al descontento de los portugueses respecto a la crisis financiera que aqueja al país europeo se asuman cada vez más protestas para rechazar el statu quo que ha colocado al Gobierno de Lisboa en un laberinto sin salida.
En este sentido, las nuevas medidas de austeridad han llevado a los trabajadores del metro de la capital portuguesa, Lisboa, a iniciar este martes una huelga de 24 horas.
La huelga ha sido convocada por los sindicatos de los trabajadores en respuesta al deterioro de las condiciones laborales y la reducción de puestos de trabajo.
Como consecuencia de la protesta se han registrado importantes atascos de tráfico a primeras horas de la mañana, pese a que se han tomado algunas medidas para aliviar los efectos del paro.
El año pasado, los trabajadores del metro abandonaron sus puestos de trabajo en ocho ocasiones, en un acto de protesta contra las reformas laborales del Gobierno y los recortes de gastos.
Asimismo, las enfermeras y trabajadores gubernamentales están planeando huelgas similares para las próximas semanas.
Los nuevos recortes son requeridos por la llamada Troika de prestamistas internacionales --la Unión Europea (UE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)--, que concedió al Estado luso un préstamo de emergencia por valor de 78 mil millones de euros (cerca de 102 mil millones de dólares), después de que se elevara, en 2011, la deuda de Portugal a niveles insostenibles.
A cambio, el Gobierno portugués impuso una serie de medidas de austeridad profundamente impopulares para cumplir con las condiciones del plan de rescate internacional de su economía.
Igualmente, el mes pasado, el partido del primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, sufrió uno de sus peores reveses en las elecciones municipales, ya que los votantes mostraron su rechazo a los duros recortes de austeridad.
Los más críticos dicen que las reformas en Portugal han causado una tasa récord de desempleo (más del 16 %), mientras que los analistas afirman que Portugal necesitará probablemente más ayuda financiera de sus acreedores debido a que el país se encuentra en una recuperación económica muy tímida.
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