La rebaja de precios de Maduro ya toca a Zara
Los inspectores visitaron dos tiendas de la cadena española, que prefirieron bajar la persiana que aplicar los descuentos exigidos por el Gobierno
La Asamblea Nacional de Venezuela empezó ayer la discusión de la Ley Habilitante pedida por Nicolás Maduro para enfrentar por decreto la corrupción y la crisis económica que, dice, es inducida por la oposición. Mientras el mandatario arremetía contra la «burguesía parasitaria», la Iglesia que calla cuando ellos defienden a «los pobres y humildes» y los periódicos que «difunden noticias engañosas con titulares manipuladores», los inspectores que supervisan los precios de venta entraron en dos tiendas de Zara, que cerraron sus puertas sin aplicar los descuentos exigidos por el Gobierno para «luchar contra la usura y el robo al pueblo». Los locales de la cadena española fiscalizados están situados en los centros comerciales Sambil de Barquisimeto y de Porlamar. Los clientes se frotaban las manos ante la esperanza de conseguir la codiciada ropa rebajada. Pero los administradores no les dieron ese gusto. Recibieron a los inspectores, pero cuando terminaron la revisión bajaron las persianas. Colocaron un cartel que decía 'Zara anuncia que no hay descuentos', según mostraron fotos colgadas en Twitter. Los compradores potenciales se dirigieron entonces a otros establecimientos que aplicaron rebajas de hasta el 40%. Las colas se mantienen en muchos comercios del país ante la posibilidad de adquirir productos con descuentos enormes.
«Burguesía parasitaria»
Maduro empezó su lucha contra la «guerra económica» rebajando los precios de electrodomésticos y otros productos. Dijo que las razones para esa campaña de «especulación» y «usura» «no son económicas, son políticas. Políticas perversas de la burguesía parasitaria». El miércoles, durante la visita a una feria comercial de la pequeña y la mediana empresa, anticipó el futuro que espera a los venezolanos: «Tenemos una Ley Habilitante lista que voy a sacar para proteger los salarios, para vigilar los costes, para proteger los precios y poner límites razonables a las ganancias en todas las fases de la cadena económica del país», dijo el sucesor de Chávez. Además, anunció que va a «regular» la entrega de divisas y el que compre «va a tener que firmar un contrato de fiel cumplimiento de las obligaciones para las cuales se les entregan los dólares».
El líder de la oposición, Henrique Capriles, aseguró en Twitter que «Cadivi (entidad que controla la compra-venta de divisas) creada y manejada por este Gobierno es un antro de corrupción! Se han robado millones de dólares». Agregó que los precios justos se logran con producción y trabajo. Los adversarios de Maduro mantienen que sus medidas no van a solucionar nada porque está tratando de controlar las consecuencias y no el origen de los problemas. Las rebajas, defienden los opositores, incidirán en que los comerciantes tendrán menos dinero para invertir en nuevos productos.
También han pedido al Consejo Nacional Electoral del país (CNE) que tome medidas contra el decreto presidencial que declaró el 8 de diciembre como 'Día de la Lealtad y el Amor al Comandante Supremo Hugo Chávez y a la Patria', por ser esa la fecha de los comicios municipales, «lo que configura un claro ventajismo electoral». Además, tres diputados de la Mesa de la Unidad (MUD) presentaron una denuncia contra el gobernante porque sostienen que su orden de «que no queda nada en los anaqueles (baldas)» propició los saqueos. No confían en que prospere, pero ahí queda la protesta.